Este domingo 31 de marzo, Rumania y Bulgaria, miembros de la Unión Europea desde 2007, pasan a ser parte del espacio de libre circulación de personas y mercancías Schengen. Aunque lo hacen solo parcialmente, por las vías aérea y marítima, mientras que personas y mercancías seguirán encontrando controles en los pasos fronterizos de carretera. Una victoria parcial para Bucarest y Sofía, detenida por Viena.
Largos años de negociaciones solamente han logrado tumbar los controles en los aeropuertos y puertos, pero los considerados como los más importantes tanto para Rumania como para Bulgaria, los de las carreteras, aún siguen en pie.